Primeros Auxilios para el Bulldog
Por: M.V.Z.Dipl. Eduardo Javier Hernández Rico
La salud de nuestro Bulldog, ese bien tan preciado, depende de múltiples variables, de numerosos factores internos y externos que, de muy diversas formas, actúan positiva o negativamente en el funcionamiento del organismo. Su bienestar físico se mantiene gracias a un delicado equilibrio, pero en cualquier momento, de encontrarse en perfectas condiciones puede pasar a un estado de enfermedad o sufrir algún trastorno por causa de algún accidente. La salud no es un estado permanente, es algo que cambia día a día.
Lamentablemente, ciertos factores físicos o medioambientales que actúan en perjuicio de la salud escapan de nuestro control. Sin embargo, muchos otros, tal vez la mayoría, si dependen de las precauciones que tomemos. Adecuados programas de vacunación y desparasitación, revisiones periódicas aún estando saludable la mascota, alimentación adecuada, prevenir y corregir los factores que constituyan un riesgo de accidente en el hogar, son la fórmula idónea para responsabilizarnos del bienestar de nuestro Bulldog.
Desde el momento en que adquieres un cachorro Bulldog, la persona más importante para ambos es un Médico Veterinario con el que puedas tener comunicación a cualquier hora del día o la noche y que te dará instrucciones mientras llegas a la clínica para que tu Bulldog reciba la atención adecuada. Sus consejos y tratamientos profesionales asegurarán la salud de tu perro, y es la primera persona que debes acudir en caso de enfermedad o accidente. No intentes ser tu propio veterinario ni aplicar remedios humanos a los trastornos caninos.
No obstante, así como debes tener a mano un botiquín de primeros auxilios para los pequeños daños que puedan sufrir en casa los miembros de la familia, también debes de tener algo semejante preparado para el perro.
Botiquín de primeros auxilios
Las primeras ayudas para el Bulldog pueden ser: ayudarlo en caso de insolación o golpe de calor, detener una hemorragia, limpiar una herida, prevenir una infección, o eliminar objetos que impidan la respiración. Por tanto, el botiquín deberá contener:
Antisépticos (yodo en espuma, merthiolate,etc), antibióticos (orales, óticos, oftálmicos y pomadas dermatológicas), alcohol, vendas y gasas estériles para utilizar en caso de cortaduras, shampoo antipulgas y shampoo antiseptico
Debes tener también algo de agua oxigenada ya que sirve para lavar heridas (solo la primera vez ya que retrasa la cicatrización) siendo además uno de los mejores y más sencillos eméticos (estimula el vómito) cuando necesitamos eliminar alguna sustancia tóxica del estómago de nuestro perro. El carbón activado en polvo administrándolo por vía oral evita la absorción de toxinas y venenos que podría ingerir tu Bulldog . Para aplicar ungüentos en la piel o eliminar partículas de los ojos u oídos se pueden emplear cotonetes de algodón. También debemos tener un par de pinzas para extraer cuerpos extraños de la garganta o cuerpo del animal. Los cuerpos extraños e insectos dentro de los oídos podremos extraerlos aplicando abundante cantidad de antiséptico ótico en solución. Para los problemas oculares, debemos tener a la mano siempre lubricantes oftálmicos para evitar lesiones más serias mientras llegamos con el veterinario, algodón y toallas húmedas para bebe para limpiar las arrugas, antihistamínicos y antiinflamatorios para tratar alergias, piquetes de insectos y reacciones adversas a vacunas y medicamentos.
Casi todo lo que puede contraer un perro en cuanto enfermedades tiene los mismos síntomas: pérdida de apetito, diarrea, ojos tristes, pelaje opaco, nariz caliente y temperatura alta.
Por tanto, tomar la temperatura al primer signo de enfermedad. Para ello hace falta un termómetro rectal que deberá engrasarse con vaselina: se inserta cuidadosamente en el recto manteniéndolo en su lugar durante por lo menos dos minutos. Hay que sujetarlo firmemente pues de lo contrario se corre el riesgo de que se introduzca en el recto o sea expulsado dando con ello una indicación errónea. La temperatura normal de un perro está entre los 38°C y los 39°C. Si el perro está seriamente enfermo o lesionado en un accidente, el veterinario ya te aconsejará sobre lo que has de hacer mientras el llega.
Tener jeringas y saber utilizarlas será de gran ayuda para muchos procedimientos de urgencia que el veterinario sugerirá en muchas ocasiones.
Los sueros orales y antidiarreicos los tendremos listos para tratar diarreas y deshidrataciones ligeras.
Siempre será de gran ayuda y una tranquilidad para el propietario de un Bulldog poseer un pequeño tanque de oxígeno que podría salvarle la vida al perro en caso de emergencia, y por último cojines eléctricos que previenen hipotermia causadas por diversos factores.
Procedimientos de emergencia.
Respiración artificial (RA): Si hay signos de problemas respiratorios, tales como encías azules, respiración difícil, expresión de mirada fija, o si el perro ha sufrido colapso, es necesario administrar RA. Se coloca al perro de lado. Se limpia el moco o la sangre que tenga en la boca o la nariz, y se abre la boca para observar si hay alguna obstrucción. Se inhala aire y se coloca la boca sobre el hocico del perro, sellándolo herméticamente, se exhala y se retira la boca para permitir que el tórax se desinfle. Repita este procedimiento diez a quince veces por minuto.
Resucitación cardiopulmonar (RCP): Si el perro no esta respirando y no tiene pulso, nos encontramos ante una situación de amenaza de muerte. Si el cerebro no recibe oxígeno durante más de cuatro o cinco minutos, va a presentarse una lesión permanente o la muerte. Administrando RCP es posible evitar que muera el tejido cerebral. La RCP es una combinación de masajes en el corazón y respiración artificial. Para realizar el masaje se coloca la parte inferior de la palma de la mano sobre el pecho del perro y la otra palma encima de esa mano. Se presiona firme y rápidamente cada segundo. Mantenga cada presión mientras cuenta dos y afloje mientras cuente uno. Para que sea efectiva la RCP, tiene que hacerse rítmicamente y en combinación con la respiración artificial.
Torniquetes y vendajes para hemorragias: Si el corte es profundo y sangra abundantemente el vendaje deberá aplicarse muy apretado para ayudar a formar un coagulo. El torniquete se debe emplear solo cuando la presión que se haga directamente no sea suficiente para detener la hemorragia. Nunca coloques un torniquete sobre una fractura o articulación. Cada diez minutos debes aflojar el torniquete para permitir que circule la sangre. Un vendaje apretado no debe dejarse puesto más tiempo del necesario, por lo que al terminar de ponerlo el animal debe ser llevado inmediatamente al Veterinario. Un corte pequeño se recubre con un vendaje ligero pues debe recibir tanto aire como sea posible para lograr la cicatrización. No apliques bolas de algodón en una herida pues se puede adherir a la zona y provocar contaminación.
Insolaciones y golpe de calor: El peor enemigo del Bulldog es el calor que puede provocarle un shock. Una temperatura muy alta hay que bajarla para evitar lesiones cerebrales y la muerte. Cuando los primeros síntomas aparecen (jadeo excesivo, fiebre, mucosas azuladas, dificultad respiratoria) debemos refrescar rápidamente al perro, llevándolo a un lugar fresco, mojándolo por completo con agua fría y hielo, sobre todo en cabeza ingle y tórax, mantenerlo quieto, estirar la lengua hacia fuera y tratar de apartar el velo del paladar para dejar libre la abertura de la traquea, hasta que llegue el veterinario. El perro jadea por calor no por sed, por lo que NO es recomendable darle a beber agua, es mucho mejor ofrecerle hielo para lamer y esto lo refrescará más rápido. Una vez que se haya normalizado la respiración y la temperatura podremos darle a beber suero oral.
Shock: Puede ocurrir por traumatismo grave (atropellamiento), hemorragia aguda, deshidratación por diarrea, quemaduras o electrocución, infección, falla cardiaca, o problemas respiratorios. Es un síndrome, en el cual el corazón es incapaz de llevar oxígeno a las células y tampoco puede remover de las células los productos tóxicos de desecho. Los principales síntomas del shock son: encías pálidas, pulso débil, respiración acelerada, temperatura baja. El shock requiere atención inmediata del médico. Como medida de emergencia debemos cerciorarnos de que nada obstruya las vías respiratorias y que el perro pueda respirar bien. En caso contrario, hay que administrar respiración artificial y oxígeno, examinar los latidos del corazón y controlar cualquier hemorragia.
Se debe tomar la temperatura y en caso de hipotermia mantener el cuerpo caliente con mantas o cojines eléctricos.
Si el perro se ha electrocutado por morder cables, NO lo toque si aún está en contacto con la corriente, desconecte el cable y examine respiración y latidos cardiacos y continúe con la atención para el shock.
Rescate en el agua: La mayoría de los perros son excelentes nadadores, pero el Bulldog es la excepción, puede ahogarse rápidamente si cae a una alberca o a un lago, esto no es nada raro, una casa con alberca y con un Bulldog sin adecuada vigilancia el resultado siempre es el mismo: un Bulldog ahogado. Si tienes la fortuna de estar presente cuando el perro cae al agua, rescátalo tomándolo de la parte posterior del cuello, una vez fuera del agua sujeta al perro por los corvejones y sacúdelo para que expulse el agua de los pulmones. Se coloca de lado y se le da respiración artificial. Si no hay pulso ni latidos se aplica RCP. Cuando ya esté consiente mantenlo caliente con una manta y acude rápidamente con el médico.
Como propietarios de un Bulldog o de cualquier mascota debemos estar consientes que en algún momento este necesitará ser auxiliado mientras llega la ayuda profesional. Debemos perder el miedo a inyectar, a la sangre o a administrar medicamentos. Solo teniendo nociones básicas sobre primeros auxilios y sobre todo aquello que atenta contra el organismo de nuestras mascotas, podremos ayudar activamente para prolongar y mejorar su calidad de vida.